Líli en agosto, qué calor, ¿verdad?
Bueno, a lo mío, la fábula mensual que en esta ocasión dedico a
mi amiguita Susa
que ladra muy a menudo.
La fábula es de Esopo y se titula El ladrón y el perro.
Cierta noche un ladrón se puso a merodear por los alrededores de
una casa con el ánimo de entrar a robar. A tal fin le
tiró al perro guardián un trozo de carne para sobornarle
y que entretenido comiendo le dejase robar tranquilamente,
pero no contaba con que el perro, sin dejarse engañar
por el maleante, sosteniéndole la mirada fieramente le
dijese
-Ya sabía yo que tus intenciones no eran precisamente buenas pero
al regalarme este bocado te has descubierto, eres un ladrón.
Y el leal animal empezó a ladrar tan fuerte que sus amos despertaron
y el ladrón tuvo que huir.
No se debe uno fiar del que intenta comprarle con halagos.
¿Qué te parece, a qué está muy bien?
¡Hasta septiembre, espero que con menos calor!
Lilí