Los
animales son personajes que acostumbran a salir en muchos cuentos
infantiles y en muchas novelas para adultos también ocupan un
lugar destacado, no debemos olvidarlo, y si no, empecemos con
la lista que ya verás lo larga que es.
El Lobo
de Caperucita, los lobos de Mowgli, y el resto
de la fauna, en El libro de la selva de Rudyard Kipling,
y, de este autor, El gato que nunca iba solo y al que todos
los lugares le daban lo mismo, que encontrarás en
su libro de relatos, en el que salen muchos más animales, Precisamente
así, luego tenemos al famoso Gato con Botas, los
hermanos convertidos en cisnes del cuento de Grimm,
el Príncipe rana, los siete cabritillos y su madre,
los tres cerditos, el conejo, la oruga,
el dodo, la lagartija, la liebre de marzo,
el lirón y el súper famoso gato de Cheshire,
entre otros, en el cuento de Alicia en el País de las Maravillas,
los ratones y el caballo en la Cenicienta
–los caballos suelen salir mucho en los cuentos-, los dragones,
los perros, Humble en las aventuras de Guillermo
Brown, y en cualquier libro dedicado a la infancia y a la
juventud, porque aparecen a montones.
¿Y qué me dices
de los gansos, que cobraron protagonismo a través de
El maravilloso viaje de Nils Holggersson a través de Suecia
de la escritora Selma Laguerloff?, ¿y del monito
que junto con el caballo, son compañeros de la pelirroja
Pippi Calzas Largas?
También los asnos
pueden ser personajes de cuento, Piel de Asno, por ejemplo,
Platero, de Juan Ramón Jiménez y en otro poema
precioso, éste de Francis Jammes y que se titula Oración
para ir al cielo con los burritos, podéis encontrarlos
inmortalizados.
En cuanto a los
pájaros, ¡anda y que no vuelan por todos los cuentos!, o si
no recuerda, claro que los hay a cientos, la famosa golondrina
de El Príncipe Feliz, de Oscar Wilde, y del mismo
autor, El ruiseñor y la rosa, y de Andersen ese
otro ruiseñor que sedujo con su canto al emperador de
china, de Andersen también la golondrina que salvó
a la diminuta Florecilla -o Pulgarcita-, eso sin
olvidar a El patito feo, un palmípedo, ni a las lechuzas-correo
que aparecen en los cuentos de Harry Potter.
En cuanto a las
fábulas, ahí tienes todo el zoológico incluido con los
zorros en primera fila.
Y por lo que
hace a las ratas, (¡uf!), tenemos La ratita presumida.
No quiero despedirme
de los cuentos infantiles, por el momento, sin mencionar especialmente
a los conejos-¡cosa más tontísima que un conejo!-, y,
sin embargo hay un libro precioso que relata una historia en
la cual sus protagonistas son estos roedores, claro, es para
niños, y se titula La colina de Watership siendo su autor
Richard Adams . ¡Léela en cuanto puedas, te la
recomiendo!
En las novelas
de Jack London encontrarás lobos, perros
y osos, también James Oliver Curwood es otro autor
que les ha destinado parte de su literatura, eso sin olvidar
a Richard Adams esta vez con su novela para adultos,
La sombra del oso. Y Edgar Allan Poe dedicó un
célebre poema al cuervo, y un cuento espeluznante a un
gato. Otra novela digna de ser mencionada es El perro
de Baskerville, de Conan Doyle. Y en Rebeca,
de Daphne Du Maurier, nos encontramos con el entrañable
Jasper, el perro de la casa.
La escritora
Colette, gran amante de los gatos, ¡faltaría plus!, tiene
dos obras La gata y La paz de las bestias en la
que nos describe de maravilla.
Sin apartarme
de mis hermanos de raza quiero mencionar a Honoré de Balzac
que nos dedicó una bonita historia Penas del corazón de una
gata inglesa, en la que hablaba de una gatita inglesa
llamada Beauty, enamorada de un gato francés de
nombre Brisquet, aguda sátira de costumbres en la que
interviene también la secular antipatía entre las dos naciones.
Este cuento tuvo la virtud de que por su causa se creara en
Francia la Sociedad Protectora de Animales ¡chapeau
por monsieur Balzac, luego dirán que los escritores
no hacen nada útil!
Hoffman
escribió las “memorias” de su gato Murr, interrumpidas
con la muerte del felino.
¿Y
qué decir de la infinidad de poemas que se han dedicado a la
especie gatuna?
Vale, no quiero
que me acusen de partidismo, pero sólo te diré, dando carpetazo
al tema “gatos”, que en Las aventuras de Pinocho, sale
uno, y acompañado por un zorro, que conste que no relego
al compinche, ¿eh?
En cuanto a las
ballenas se ven representadas en Moby Dick de
Herman Melville, y, en las novelas de Tarzán,
de Edgar Rice Burroughs, los simios son unos de
los personajes principales, ¡ah!, hablando de simios
tenemos El planeta de los simios, una magnifica novela
de ciencia ficción de Pierre Boulle.
Para los que
gusten de los relatos cortos de suspense, recomiendo Lo que
trajo el gato de Patricia Highsmith, un cuento deliciosamente
irónico... y escalofriante.
Popularizadas
por el cine, y sacadas de novelas, se han llevado a la pantalla
películas tales como Tiburón y Parque Jurásico, entre
otras.
No quiero olvidarme
tampoco de hacer mención de una especialísima novela de Conan
Doyle –el “papá” de Sherlock Holmes-, titulada El
mundo perdido -no confundir con Mundo perdido de
Crichton-; Arthur Conan Doyle fue uno de los primeros
a quien se le ocurrió utilizar animales antediluvianos en una
novela, lo que luego ha inspirado a muchos.
Bueno, supongo
que hay muchos más libros, para grandes y pequeños, que hablan
de animales convirtiéndolos en sus héroes, pero yo no me acuerdo
de todos, sin embargo, no deseo concluir esta breve reseña callándome
unos cuantos títulos por aquello de que parezca que esté barriendo
para casa, se trata de estos cuentos: Puchi-Puchi detective,
¿Qué pasó con el Lobo Feroz?, El Delfín, la Princesa
y el Astronauta, Los viajes de Petrusky -de próxima aparición-,
y la novela juvenil El perro de porcelana. Todas
se pueden leer on-line en C.
Cardona Gamio Ediciones-Literatura infantil,
¿vale?