EL DELFÍN, LA PRINCESA Y EL
ASTRONAUTA, un cuento
de ESTRELLA CARDONA GAMIO. ¡Y los dibujos también
son de Estrellas!, si haces "clic" en el delfín,
la princesa y el astronauta, los verás a tamaño
original...
"Me
había quedado dormida frente al ordenador mientras intentaba
escribir un cuento infantil con el que pensaba participar en
un concurso muy importante.
¡Es que no daba ni una, es tan
difícil imaginar historias que puedan ser divertidas, interesantes,
originales y acaben al gusto de todos!
(Si ese “todos” es el jurado
que ha de leerte, por supuesto).
Bueno, comentarios aparte, la
cuestión es que me quedé dormida frente al ordenador habiendo
escrito de un tirón un cuento y empezado dos más, en realidad
no cuentos exactamente
sino argumentos esbozados, y ninguno de ellos me convencía y
yo estaba desesperada.
¿Se me había agotado la inventiva
?...
Para un autor es temible, indica
que estás vacío y un escritor sin ideas no es un escritor, y
un escritor que no es un escritor no es nada y ser nada es algo
espantoso porque no existes.
Ante tan ingrata perspectiva
me hallaba con un cuento y dos medios cuentos, contemplando
el ordenador con los ojos bizcos como un gato siamés, que sin
darme cuenta me quedé dormida, no sé si de agotamiento o de
una rabieta, al comprender que mis sueños de gloria se esfumaban
raudos porque no daba
con la historia que debía escribir.
Creo que me dormí profundamente
y no sé cuanto duraría la profundidad, el caso es que al despertarme
ya había oscurecido y la pantalla del ordenador se encontraba
más animada que yo haciéndome guiños en una especie de sopa
de letras de lo más disparatado. Y digo disparatado porque no
es lógico que el ordenador de una te dirija la palabra como
si fuera otra persona que hablase contigo, máxime si no estás
conectado a Internet.
Sí, eso era lo que sucedía.
Me froté los párpados boquiabierta.
¿Seguía dormida, soñaba, me había
vuelto tarumba, (que todo podría ser)? Ya me lo decía mi madre
en tiempos:
-Demasiada sabiduría, hija mía,
te volverá tonta.
¿Iría a tener razón al final?
En la pantalla del ordenador las letras titilaban, como los
rótulos luminosos de las tiendas, sobre su límpido fondo azul
cielo." Sigue
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