|
Dedicamos
este pensamiento de Hilaire Belloc a Lilí:
Tú nunca me dejarás, ni nada podrá separarnos.
Tú eres mi gato y yo soy tu humano.
Ahora
y siempre, en la plenitud de la paz... |
Pasa el mouse (ratón) por la foto |
NAVIDAD
2006
por Lilí
Bueno,
tenía que pasar, me he ido y estoy un poco lejos, pero eso no quiere
decir que descuide mis obligaciones, nunca lo he hecho y ahora tampoco
lo haré, ya que en mi caso la distancia no es el olvido ni mucho
menos, ¡con las ganas que tengo yo de contar cosas!
Estamos
en el mes de la Navidad, de los buenos deseos y todo eso y otra
vez quiero
comentar lo mismo, ¡ya está más que de sobra el que se torture a
los animales, pero se ve que las personas no aprenden, o no hacen
caso por más que se repitan
las protestas: no se debe fastidiar a los toros llenándoles de fuegos
artificiales la cabeza que para ellos no tiene nada de divertido,
¿por qué no se los ponen aquellos que defienden ese “inocente” jueguecito,
¿por qué, porque son personas?, venga ya, ¿personas? Quién lo diría,
¿no? Y tirar animales desde los campanarios otro tanto, ¡ay si el
santo de Asís levantara la cabeza! ¿Y las corridas de toros?, en
fin, ¿para que seguir? Todos sabemos muy bien que es lo que no debe
hacerse, pero muchos miran para otro lado, o sea, ¿de qué vale entonces
decir ¡Felices Fiestas!?, que obras son amores y no buenas razones.
Pero estamos en los días de la Navidad y quiero obsequiarte
con una pequeña fábula de un griego que se llamaba Esopo y que fue
esclavo, otra injusticia, y os la relato porque sale un congénere
mío, naturalmente, y además encierra una gran lección, se titula:
El zorro y el gato
Un
zorro estaba hablando con un gato acerca de lo astuto que era para
escapar de sus enemigos.
-Yo
conozco cientos de maneras de escapar de quienes me persiguen –proclamaba
muy ufano.
-Pues
yo sólo tengo una –dijo el gato-, y con ésta me basta.
En
ese preciso momento escucharon los ladridos de una jauría que se
acercaba a ellos y el gato, inmediatamente, trepó con rapidez por
el tronco de un árbol escondiéndose entre sus ramas.
-¡Así
es como yo lo hago! –exclamó el felino-, ¿de qué manera lo haces
tú?
El
zorro, aturullado, echó en una dirección, dudó, se quiso ir por
otra, no sabía que camino tomar y en esto que llegaron los perros
y los cazadores...
Y
entonces el gato pensó sabiamente:
-Mejor
tener una solución que no cien, visto lo visto.
¿No
te parece eso también a ti?
¡Felices
Navidades y etcétera!
Seguiremos
en contacto.
Otros artículos de Lilí:
LOS ANIMALES EN LA LITERATURA|LOS
ANIMALES ENTRE LA HISTORIA Y LA LEYENDA|DOCE
ANIMALES MUY IMPORTANTES|CUENTOS DE NAVIDAD|LEONES
Y GORILAS...|EL GATO DEL NÚM.
10 DE DOWNING STREET|LA PEQUEÑA HISTORIA
DE TAI
|