En plenas vacaciones Lilí te presenta una nueva fábula,
la que corresponde al mes de julio. Es otra de Esopo,
que escribió un montón. A ver que te parece.
EL PERRO Y EL HENO
En
cierta ocasión había un perro que cada vez que los bueyes
iban a comer heno ladraba y ladraba impidiéndoselo, a
lo que los bueyes le reprochaban.
-Tú no comes heno, ¿por qué entonces nos prohíbes a nosotros hacerlo?
-Me divierte mucho fastidiaros –respondía el perro burlón.
Pero llego un día en el que el perro que ladraba a los bueyes tuvo
mucha hambre y al ver a un mastín que acabando de comer
vigilaba un hueso que le había sobrado, le pidió:
-Déjame comer lo que te ha sobrado.
A lo que el mastín repuso sabiamente:
-Ves
a devorar ese heno con el que no permitías alimentarse
a los bueyes.
El que sin comer él tampoco deja comer a los demás es justo que
se encuentre con quien le dé el mismo trato.
Es bueno, ¿verdad amiguito?... ¡Pues nos vemos en agosto!
Lilí