Hola, Lilí primaveral, ya estoy aquí para traerte una nueva fábula,
esta vez de un autor que nunca nos había visitado: el señor
Hartzenbusch, es cortita y muy aleccionadora, espero que
sea de tu agrado.
LOS TRES QUEJICOSOS
-¡Qué mal -gritó la mona-, que estoy sin rabo!
-¡Qué mal estoy sin astas! –repuso el asno.
Y a continuación dijo el topo:
-Más debo yo quejarme, que estoy sin ojos.
No reniegues, Camilo, de tu fortuna que otros podrán dolerse más
de la suya.
Si se repara, nadie en el mundo tiene dicha completa.
Guay, ¿no?, hasta el mes de abril.
Lilí