Hola, soy Lilí con mi fábula de enero, ésta de La
Fontaine, El granjero, su hijo y el asno, espero que te guste.
En cierta ocasión iba un granjero con su hijo al mercado, llevando al
asno del ronzal. En esas se encontraron con un labrador conocido,
quien al verles les dijo:
-¡Desde luego, tener un burro e ir andando, me gustaría saber quien es
el más burro de los tres!
Muy avergonzado el padre cogió a su hijo y le sentó sobre el animal,
pero quiso la casualidad que se tropezaran con un viajero de
paso por aquellos parajes, el cual al verlos no pudo por menos
que exclamar:
-¡Nunca me lo hubiera creído, el hijo tan descansado en el asno y el
padre a pie, vaya una educación que le das; eres tú el que debe
ir montado mientras que él, siendo tan joven es quien debe ir
andando!
Amonestados de nuevo, padre e hijo hicieron lo que el viajero les
decía y montó el padre en el asno.
No habían avanzado ni siquiera una legua cuando una campesina apareció
en el camino y muy indignada exclamó al verles:
-¡Lo que faltaba, el padre sobre el asno y el niño a pie sin tener
en cuenta que es una criatura y se va a cansar!
Esta vez, no sabiendo ya que hacer, los dos se montaron sobre el asno
hasta que un soldado que pasaba por allí se detuvo ante ellos
para regañarles.
-¡Vais a reventar a este pobre animal!
Asustados, ambos jinetes se apearon de la cabalgadura y el resto
del camino lo hicieron a pie hasta que al entrar en la feria
del mercado, un pastor se rió de ellos en su cara:
-¿De cuándo acá los dueños van a pie y el asno de paseo?
A lo que el granjero ya no pudo más y estalló:
-¡Pues seré todo lo burro que quieras, pero de ahora en adelante,
no voy a hacer caso de nadie!
Lo que significa que no se puede complacer a todos sino que has
de seguir siempre tu propio criterio.
Bueno, amiguito, hasta el mes que viene,
Lilí