Hola, soy Lilí y hoy traigo una fábula de La Fontaine
que se titula La tortuga y los patos y que nos ofrece una
enseñanza digna de tenerse en cuenta. ¡A ver si te gusta!
En cierta ocasión dos patos muy educados quisieron despedirse de
una tortuga amiga suya, pues se iban de viaje.
-Venimos a despedirnos –le dijeron-, porque la charca se ha secado y
nosotros no podemos vivir sin chapotear.
-¡Llevadme con vosotros! –exclamó la tortuga ansiosa de experiencias
nuevas.
-Pero, si no tienes alas –argumentaron los patos.
-Bueno, eso tiene fácil arreglo –contestó la tortuga-; si entre
los dos agarráis una rama con el pico yo la morderé y de esa manera
volaré con vosotros. ¡Será muy divertido!
Con que dicho y hecho volando los tres por las alturas. Unos campesinos
que estaban arando un campo al ver aquello se pusieron a gritar
pasmados:
-¡Ah, que cosa más sorprendente, una tortuga voladora!
La tortuga, vanidosa, no pudo callarse y exclamó:
-¡Soy única!
Y tan única, la primera y la última tortuga voladora porque ya
te puedes imaginar lo que le pasó apenas soltó la rama.
No es bueno alardear del éxito cuando éste no nos pertenece.
¿A qué es una fábula muy educativa?
¡Hasta el mes de diciembre!
Lilí
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