¿PERRERAS 
                O CAMPOS DE EXTERMINIO?
                por 
                Concha Cardona Gamio 
                © 2009
              Uno 
                no es consciente de lo que hay detrás de la palabra Perrera.
              Perrera, 
                lugar en el que recogen perros que se han perdido o han sido abandonados.
              Ingenuamente 
                se cree que en esos lugares se les trata bien en espera de que 
                alguien los reclame o adopte. 
              Pues 
                nada más alejado de la realidad. En algunas de las perreras 
                españolas los animales malviven hacinados, metidos en jaulas 
                de 2x2 o algo más grandes, que limpian a chorro con agua 
                dejándolas húmedas y frías, no se les da 
                comida, el agua para beber está sucia. Enferman los que 
                llegaron sanos y los que ya estaban enfermos empeoran. Los mantienen 
                vivos unos 21 días o 15, según la zona, y si no 
                los reclaman o adoptan los sacrifican.
              Las 
                perreras dependen de los ayuntamientos y no hay dinero (dicen 
                la mayoría) para alimentarles, tenerlos en condiciones 
                y dispensarles cuidados veterinarios. El veterinario sólo 
                aparece por allí para sacrificar. Cada perrera tiene su 
                día de la semana dedicado al exterminio. 
              ¿No 
                hay dinero para alimentar a los animales de las perreras? ¿No 
                hay dinero para tenerlos en condiciones?... creo que sí 
                hay dinero lo que ocurre es que prefieren gastarlo en otras cosas.
              Todo 
                es una cadena. Si el amo de un perro fuera responsable nunca lo 
                abandonaría y por lo tanto ese perro no acabaría 
                en una perrera, o, lo que es lo mismo, en el corredor de la muerte.
              España 
                debería seguir el modelo alemán donde el abandono 
                de animales está penalizado por la ley y el maltrato es 
                casi un crimen. Se denuncia a quien maltrata a un animal o no 
                lo atiende debidamente y los servicios sociales lo recogen y lo 
                llevan a las perreras que no se parecen en nada a las nuestras. 
                En las perreras alemanas el aseo y el cuidado es habitual. Las 
                visitas del veterinario son obligatorias y regulares, también 
                viven en jaulas, pero con acceso a zonas ajardinadas donde los 
                animales pueden tomar el sol y hacer ejercicio. No sacrifican 
                a ningún animal a menos que padezca una enfermedad incurable 
                que le haga sufrir. Algunos animales pasan a formar parte de la 
                población fija de la perrera y mueren en ella de forma 
                natural pero nunca sacrificados. 
              En 
                España, llevar a un perro a una perrera, en algunas Comunidades, 
                es igual a una condena de muerte.
              Un 
                perro se siente bien formando parte de un grupo, de una manada, 
                no hay que olvidar su origen, el lobo. Son animales sociables, 
                no se les puede condenar a vivir en jaulas o atados toda su existencia 
                como lo están los perros guardianes. El perro tiene que 
                vivir en grupo, y, nosotros, los humanos, somos su grupo, su familia, 
                su manada. Si les abandonamos les causamos un profundo dolor, 
                sólo hay que ver su expresión de tristeza cuando 
                lo han sido. No hay mirada más triste que la de un perro 
                abandonado.
              Los 
                animales son seres vivos, no cosas, y sienten y sufren lo mismo 
                que nosotros.
              Podría 
                extenderme y hablar de todas las especies animales que son maltratadas, 
                de los sádicos que disfrutan torturando y que pueden seguir 
                cometiendo sus fechorías porque en España la ley 
                penaliza muy suavemente a esos psicópatas que utilizan 
                a los animales para sus prácticas crueles. Podría 
                hablar de los galgos que son ahorcados por algunos cazadores una 
                vez finalizada la temporada de caza... de las peleas de gallos, 
                de las peleas de perros, de las corridas de toros y de otros festejos 
                salvajes que forman parte de nuestra "cultura". Podría 
                hablar también de los irresponsables que abandonan a sus 
                animales pero, en este artículo me quiero centrar en las 
                perreras españolas. 
              Debemos 
                ayudar en el rescate de pobres perros y gatos, salvarlos de una 
                muerte segura y, como se lee en el Artículo 6 de Los Derechos 
                del Animal, darles la oportunidad a que la duración 
                de su vida sea conforme a su longevidad natural.